Prófugos...

La injusticia es una madre jamás estéril: siempre produce hijos dignos de ella.

Adolphe Thiers.

A veces se puede ser prófugo de la ley, lo cual no siempre es bueno, a menos que la causa lo amerite. Pero si me dijeran que tipo de prófugo quisiera ser , quisiera serlo de la injusticia, del sufrimiento, del abuso de poder. Prófugo de las imposiciones, de los malos tratos. Prófugo de la indesición y de la espera. Escapar de eufemismos y de las letras pequeñas de autoridades retrógradas, prófugas de la sensatez, de la justicia y de la congruencia, por que dicen defender lo que no hacen. Huir de una sociedad prófuga del civismo y de la libertad de expresión, en donde no se puede decir algo sin ser reprimido y luego juzgado de cosas imaginarias...

Pero hay prófugos de la austeridad, de la verdad. Fugitivos de dar la cara, escondiéndose en sus madrigueras. Huyen de ver hacia abajo, de donde quizás vienen. Son prófugos de sus palabras, pues a la hora de la hora nadie dijo nada. De seguro te imaginas quienes son, andan volando allá, arriba, o eso dicen, esperando que salgamos para entonces, ver que mas nos pueden quitar.

Solo deseo que a estas horas ya todo se haya calmado allá por la Calzada. Y que quede constancia: las bicicletas rodaron de todos modos, prófugas del silencio.